Cómo enseñar a tu perro a no saltar sobre los invitados

Cómo enseñar a tu perro a no saltar sobre los invitados

Raquel Camacho

 

 

Recibir visitas puede ser un momento emocionante para tu perro, pero a menudo también puede convertirse en un desafío si tu mascota se abalanza sobre los invitados. Este comportamiento no solo puede ser incómodo para tus visitas, sino que también puede resultar estresante para ti como tutor. La buena noticia es que, con un poco de paciencia y las técnicas adecuadas, puedes enseñarle a tu perro a recibir a los invitados de una manera más tranquila y educada.

 

 Paso a paso para enseñar a tu perro

 

  1. Establece una base sólida con el adiestramiento básico

 

Antes de abordar el problema específico de saltar sobre las personas, asegúrate de que tu perro tenga un buen dominio de comandos básicos como "sentado" y "quieto". Estos comandos te serán útiles durante todo el proceso.

 

- Ejercicio: Practica el comando "sentado" en diferentes momentos del día y refuerza el comportamiento con premios y elogios.

 

  1. Prepara el entorno

 

Cuando sepas que vas a recibir visitas, crea un ambiente controlado para tu perro. Esto puede implicar tenerlo en una habitación separada o atado a una correa en un área donde pueda verte pero no pueda llegar a los invitados.

 

- Ejercicio: Deja que tu perro escuche las voces de los visitantes desde la distancia y observa su reacción. Premia a tu perro si se queda tranquilo.

 

  1. Entrenamiento en la puerta

 

Cuando tus invitados lleguen, pídeles que no interactúen con tu perro hasta que esté calmado. Una vez que toquen la puerta, sigue estos pasos:

 

- Paso 1: Pide a tu perro que se siente y se mantenga en su lugar.

- Paso 2: Abre la puerta mientras tu perro está sentado.

- Paso 3: Si tu perro se levanta o intenta saltar, cierra la puerta y repite el proceso. No le grites, simplemente mantén la calma.

 

  1. Reforzamiento positivo

 

Cuando tu perro se mantenga sentado y tranquilo, permite que los invitados entren y ofrécele un premio o un elogio por su buen comportamiento.

 

- Ejercicio: Si tu perro permanece en su lugar, haz que los invitados lo saluden lentamente, lanzando golosinas desde una distancia. Esto reforzará la idea de que estar tranquilo trae cosas buenas.

 

  1. Practica regularmente

 

La consistencia es clave. Practica estos ejercicios cada vez que recibas visitas. Con el tiempo, tu perro aprenderá a asociar la llegada de invitados con el comportamiento tranquilo en lugar de saltar.

 

 El poder de gestionar las emociones

 

Enseñar a tu perro a controlar sus emociones y a reaccionar de manera adecuada no solo es beneficioso para tus visitas, sino que también mejora la calidad de vida de tu mascota. Los perros que son capaces de manejar su excitación son menos propensos a sufrir estrés y ansiedad. Esto se traduce en una relación más tranquila y armoniosa entre tú y tu compañero peludo.

 

 La importancia del adiestramiento prolongado

 

El adiestramiento no es un evento único; es un proceso continuo. Dedica tiempo cada semana para practicar comandos y habilidades de autocontrol. Esto no solo refuerza el comportamiento deseado, sino que también fortalece el vínculo entre tú y tu perro.

 

 Recursos bien cuidados

 

Asegúrate de que tu perro tenga acceso a sus juguetes, rascadores y tiempo de juego. Un perro mentalmente y físicamente estimulado es menos propenso a ser hiperactivo o agresivo. Proporcionar un ambiente enriquecido contribuye a su bienestar general y reduce la necesidad de comportamientos no deseados.

 

 La satisfacción de un perro bien adiestrado

 

La tranquilidad que sientes al tener un perro bien adiestrado y comprendido no tiene precio. No solo puedes disfrutar de la compañía de tus amigos y familiares sin preocupaciones, sino que también podrás apreciar la relación que has construido con tu mascota. Un perro que sabe cómo comportarse en casa es un perro más feliz y equilibrado, lo que repercute en una convivencia más armoniosa.

 

 

Enseñar a tu perro a no saltar sobre los invitados requiere tiempo, paciencia y consistencia, pero los resultados valen la pena. Con un enfoque adecuado, podrás disfrutar de las visitas y, al mismo tiempo, fortalecer el vínculo con tu compañero peludo. Recuerda que cada pequeño progreso es un paso hacia una convivencia más tranquila y satisfactoria. ¡Tú y tu perro pueden hacerlo!

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